The time is gone, the song is over...

martes, 31 de julio de 2007


Y ya se acaba. El día estuvo lleno de nervios y melodramas. No pasé el ramo, pero por lo menos lo puedo dar sin atrazarme y con gente conocida.

El dolor de espalda terminó siendo lumbago. En el hospital me dieron un antinflamatorio y me pincharon. Un enfermero intentó inyectarme un líquido verde en el brazo, pero no le achuntaba a mi vena y sólo logró entrar la mitad de la jeringa. Minutos más tarde llegó una enfermera vieja, vestida de verde y con unos enormes anteojos. Hizo que me subiera la manga del otro brazo y, sin ponerme la banda elástica, clavó la segunda aguja directamente en mi torrente sanguíneo.

Al salir me sentí mejor. Pero llegando a la casa empezó nuevamente el dolor. Un masaje sería ultra nice.

Con respecto al examen, valoro el intento. Sé que estudié y que me traicionaron los nervios. Este semestre tengo que eximirme sí o sí. En todo caso, más allá de este problema (particular?), sigo creyendo que la única forma de conseguir la virtud es enfrentando el asunto... Y, cuál es el afán de someternos a un estrés innecesario. No debería haber pruebas orales; a menos que alguien las prefiera. Además, son injustas; termina siendo cosa de suerte la pregunta que te toca.

Nos vemos en la playa.

No hay comentarios: