The time is gone, the song is over...

domingo, 27 de febrero de 2011

No debería tener esta mala costumbre. Pero es también por eso que escribo menos ahora. El poder terapéutico de teclear lo que pasa por mi cabeza suele ayudarme a mantener el control. Reflexiono y me obligo a dejar un rastro de piedritas (no de migas) para asomarme al bosque siempre espeso.

Digo que me obligo porque es fácil perderse en la espesura, sentirse cómodo cuando te abrazan los árboles... pero las hojas y las ramas son afiladas... yo ya tengo muchas cicatrices.

Hoy el tema es la frustración. Lo peor de lo peor es aceptarla. Controlarla es casi imposible y requiere cultivar varias virtudes a la vez. Impotencia por no poder hacer nada, conformarse con poco, resignarse a lo que quiere el destino y perder el control de la situación.

Quisiera revelar la receta. Paso uno, respire hondo y piense en otra cosa... bullshit!

Sólo seguir adelante y no olvidar el norte. Que todo pasa... hasta lo que más duele.