The time is gone, the song is over...

miércoles, 25 de junio de 2008

Esto apareció hoy miércoles 25 de junio de 2008 en El Mercurio, en una noticia titulada: Pérez Yoma resalta papel de los medios escritos. link

Guillermo Turner Olea, de 37 años de edad, es periodista de la Universidad Gabriela Mistral, se desempeña como director de la Revista Capital y director delegado de Diario Financiero.

Ha trabajado como periodista en el mismo periódico y en la Revista Hoy.

Al agradecer la elección para presidir la ANP, en la Cena Anual de la Prensa, Turner expresó que "si queremos más diarios; bien, pero la vía es ser capaces de construir una oferta de contenidos atractiva y empresas sostenibles. Si queremos periodistas mejor remunerados, bien, pero la vía es mejorando su calidad y preparación. Las propuestas que buscan dar cabida a medios vía el subsidio o crear condiciones laborales especiales para algunos profesionales no hacen más que fomentar la generación de condiciones de privilegios y desigualdades, dañando de paso la transparencia".

Periodistas hablando cosas de periodistas y yo acá, intentando ser mejor, pero demasiado agotada para seguir con la 'Política Nacional ' de (Jorge) Alessandri y Frei (Montalva). He puesto el despertador a las 4 a.m. Deseo ser capaz, anhelo el éxito. Para mí, ya acabó otro día de café, cigarros y Coca-cola.

Londres36 al borde de colapsar; a punto de organizar un acto subversivo (tipo pingüino... los que me conocen sabrán que siempre he optado por la vía pacífica, algo como encadenarse en pelotas a la reja de la universidad). Quiero un relajante muscular a la vena, una tina enorme de agua caliente y dormir una semana.

Pies para qué los quiero si tengo alas para volar (Frida Kalho)

Alas desplumadas, ¡debo correr! (Myself)

domingo, 22 de junio de 2008


¡Tengo que escribir! ¡Compro tiempo! Me encuentro implorando ayuda celestial para la siguiente semana. Necesito estar bien, pensar, estudiar kilos y kilos de materia, memorizar, estar en todas las clases, porque son las últimas. Me relajo un rato, estoy fumando casi como antes; quiero gimnasio, sueño y caminatas.
Escuchando Rôyksopp (me recuerda una ambición oculta, que quisiera gritar y no me atrevo). Sólo serán dos párrafos, concluyo con las últimas bocanadas de este humo tóxico y empieza ‘Don’t Fear the Reaper’ de Blue Oyster Cult. Será hasta recobradas mis alas.

jueves, 12 de junio de 2008



Versions of Violence
(Alanis Morissette)


Coercing or leaving
Shutting down and punishing
Running from rooms, defending
Withholding, justifying

These versions of violence
Sometimes subtle sometimes clear
And the ones that go unnoticed
Still leave their mark once disappeared

Diagnosing, analyzing
Unsolicited advice
Explaning and controlling,
Judging opining and meddling

These versions of violence
Sometimes subtle sometimes clear
And the ones that go unnoticed
Still leave their mark once disappeared

This labeling
This pointing
This sensitive’s unraveling
This sting I’ve been ignoring
I feel it way down way down


These versions of violence
Sometimes subtle sometimes clear
And the ones that go unnoticed
Still leave their mark once disappeared

lunes, 9 de junio de 2008

Silencio en la corte


Viviendo en una ciudad tan ruidosa es extraño que haya momentos de silencio absoluto, por no decir que simplemente no los hay. He recorrido las calles de Santiago a toda hora, por distintas comunas, de día y de noche, muchas veces a pie y siempre atenta a lo que sucede a mi alrededor.
Está claro que no puedo comparar la tranquilidad sureña, pero sus calles mal iluminadas y solitarias me hacen también desconfiar. Nunca sola anduve tranquila, ni aquí ni allá, pero muchas veces caminé amparada por un cigarro y la música de turno en mi mp3. Al menos las noches despejadas del sur tienen estrellas, las que vistas desde una playa solitaria a los pies del volcán, brillan por miles salpicadas en el cielo.
Si me quedo muy callada no necesito ser acuciosa para oír, no tan a lo lejos, motos, micros, autos, borrachos, sirenas y perros. Sin embargo, mi tímpano no vibra por todo; siempre he tenido la capacidad de poder dormir con ruido o con música, lo que es casi virtuoso, pero de día es un poco más complicado.
No puedo estudiar si hay demasiado show afuera, o con la tele prendida como mi amiga M. Pero también adoro contextos estridentes como conciertos, desfiles y fiestas. Supongo que al ser la audición no sólo un proceso fisiológico, sino psicológico, que implica interpretar sonidos y, por tanto, tomar conciencia, es posible pasar por alto la bulla más recurrente.
He leído que Marshal McLuhan, en su Teoría de la Percepción, señala que la imagen sonora debe ser reforzada a través de otros sentidos. No porque ésta sea débil, sino porque la percepción humana depende mucho de la percepción visual y la audición requiere que la vista confirme lo que ha percibido. Enhorabuena por los ciegos, ya que logran desarrollar mucho más este sentido.
Si bien carecer de silencio en la vida, momentos de reflexión en el más puro y mudo recogimiento, puede volvernos algo locos, también es posible inspirarnos, hacer que nos demos cuenta de una carencia o un exceso, hacernos tomar conciencia de la contaminación acústica en todo Santiago.
Yo me evito el stres (como tantos otros) enchufando en mis orejas audífonos que aíslen de mi mente el ruido y hagan disfrutar a mis sentidos del viaje a la u, la ida al súper o las mañanas de trámites burocráticos (Por estos días oigo al Chojín, The Postal Service y a los Ex) . Digamos que me las manejo; pero es inevitable verse afectado y muchas veces desear estar en una playa desierta, mi computadora y yo; ojala con vino y queso inspirador; un poquito de tranquilidad para variar.
Así llegó a mi cabeza ese viejo juego infantil de llamar burro al próximo en hablar y me imaginé asnos, mulas y al pobre Pinochio al volverse un orejudo; además de la clásica parada de carro: ¿Por qué no te callas? del Rey Juan Carlos y canciones como Don`t Speak de No Doubt y las miles que aparecen en el Ares cuando pones 'Shut Up'.
El silencio no parece ser mi fuerte (ni mi destino); la oración me aburre y me desconcentro en las meditaciones. En casa hablo sola siempre y soy lo peor para quedarme callada cuando tengo una opinión. Así, el silencio y la solemnidad no van conmigo, me agrada a veces, pero me aburre más. ¿Será que estoy destinada a ser el burro?

domingo, 1 de junio de 2008


En invierno se hacen obvias las soledades. La piel constantemente fría recuerda un calor que no pica como la lana, ni es pesado como los abrigos. (Esta tarde vi llover, la versión de los Ex… ¡qué apropiado!). No debería estar pensando en leseras, tendría que estar concentrada leyendo para Sistema Internacional u Opinión Pública, no logro entretenerme demasiado con el deber, estoy cansada.
(Sacar la basura, también de los Ex, parece increíble que los temas aparezcan aleatoriamente). Hoy estuvo acá mi hermana R, nos fuimos a comer un sándwich y recorrimos el centro; entramos en la Catedral (por primera vez) y queríamos ir al ver al Cristo de Mayo, pero estaba cerrado. Luego nos compramos helados y decidimos ir al Cerro Santa Lucía; ninguna de las dos lo había subido así que lo hicimos… observamos como nunca todo Santiago.
Quisiera empacar un par de cosas y partir a la playa, sentarme en la arena a escribir alguna historia completa y no sobre deseos escapistas. Ahí, observando el mar, y ojala tomándome un vinito, tendría que estar yo, abrigada y anotando todo lo que mi imaginación dicte al lápiz.
(Uy, escuchando a los Ex todo el rato)Estoy cansada y odio este frío seco (aunque no tanto como la maldita lluvia... quiero vivir donde la carta sinóptica prediga sólo días calurosos y despejados)... necesito tiempo para dedicarme a pensar y escribir la mañana entera (el mejor momento para escribir junto a la noche... las tardes son de siesta calurosa en mis fantasías).
Me iré a dormir, soy el zombie polar, cara de idiota y pijama verde limón...