The time is gone, the song is over...

martes, 26 de febrero de 2008

Al ver los árboles les invadió la necesidad de sentir la naturaleza más de cerca y se quitaron los zapatos para cruzar el parque. No ha llovido en semanas, el pasto está pajizo, amarillento; el sol es fuerte y bajo cada sombra se han instalado grupos y parejas. Por los senderos pasean niños en bicicleta, está lleno, no hay donde sentarse a conversar.
Con los pies nuevamente protegidos encontraron un lugar alejado, se sentaron bajo un sauce cuyas ramas rozaban el agua, un sitio escondido y tranquilo, un pequeño refugio con el suficiente espacio para alojar a tres amigas, sentadas en hilera, observando la coordinación de los remeros entrenando.
El lugar era húmedo y fresco, a lo lejos se oía música, pero no había ruido, ni gente, ni nadie más que las tres conversando, cansadas de caminar, de buscar. Al rato decidieron devolverse, de arriba comenzaron a caer moras como proyectiles, manchando ropas y rostros, kamikazes entintados, jugosos e ineludibles. Además, aparecieron bichitos alados, merodeadores, molestosos. El momento había pasado, debían regresar.

Wild on Valdivia! - "nunca me habían tirado tanta challa"


Es increíble cómo cambiar de ambiente y lograr relajarse altera la forma en que se estaba llevando la rutina. Es un canje, una catarsis, una corrección en los malos hábitos, esos depresivos y poco racionales. No podría decir que este ha sido el mejor verano de mi vida, pero sí afirmar que he descubierto bastante; como siempre el dolor trae inspiración y las reacciones en las personas alrededor, indiferencia o apoyo define la amistad. (Escuchando “Jammin” in the name of the Lord)
Ayer volvimos S, L y yo de Valdivia, cuatro días de pasarlo “so” bien, sin preocuparse, dejándose llevar por el puro placer de estar relajada y no pensar en nada más. Todo “pro”. Lo mejor de todo fue la compañía, S y L son las mejores compañeras de viaje que he tenido en mucho tiempo.
Acá no hay mucho donde ir, es una linda ciudad, sumamente turística, todo un “destino” familiar, pero no muy acogedora para el estudiante que vuelve a casa y quiere pasarlo bien. No hay “antros” baratos y decentes donde tomarse una cerveza y sentarse a conversar; mucho menos un lugar donde bailar o conocer gente.
Valdivia resultó tener todo eso (y más). Días de fiesta en la ciudad, días de fiesta para nosotras; creo que nunca me habían tirado tanta challa. Tuvimos excelente vista de los barcos y botes en la “Noche Valdiviana” (Gracias a T), recorrimos ene y nos amanecimos bailando; lo único malo fue que L estuvo enferma y la echamos de menos en varios brindis. (Escuchando “Jenny From the Block”… es verdad, ni yo lo creo; J. Lo me hace bailar… Stay real to me is like breathing)
La foto fue tomada en la entrada de la Universidad Austral; ¿hay algo más triste que se te caiga el helado?

jueves, 21 de febrero de 2008

Too much waiting, not much talking. The things unsaid are now harder to say. Escuchando a los Buzzcocks, Ever Fallen in Love, punk-rockeando en el estilo vintage que me fascina, me dan ganas de saltar en la cama, bailar como loca y revolverme el pelo... Tanto power semi alegre semi irónico, canto a voz en cuello (se recomienda ver el video más abajo), algo sicodélico, love it!.
Ahora, Starsailor, Four to the Floor, otra de mis favoritas del momento, en todas sus versiones; lenta para cantar, mezclada para salir a caminar o andar en bici.
Otra de los Buzzcococks, Teenage Kicks right through the night!
22.03 -- The Who, Teenage Wasteland

domingo, 17 de febrero de 2008


Hay tantas ideas en mi cabeza que no logro concentrarme sólo en una y dedicarle el tiempo necesario para desarrollarla y compartirla. Me han pasado tantas cosas buenas (y malas), tantas alegrías (y decepciones), tanto de todo que no puedo enfocar mis esfuerzos en relatar un hecho aislado, porque, inevitablemente, está relacionado a otros: paralelos, secuelas, razones, coincidencias, etcétera y aún existen "misterios sin resolver".
El asunto es que, eventualmente, pretendo ordenarme, aunque sea difícil aclarar la mente mientras estoy tan al sur, con tanto frío, tan confundida. Veremos que pasa.