Ni siquiera quiero escribir como la gente. He estado irritable y mala onda. Enojada con los únicos que me escuchan. Esperando que no me importe, que resbale por mi piel y no penetre mis poros este aire viciado, patógeno. Abatida en estos días de alegría debida, lagrimeando sin querer. Aparece en mis labios cuando se doblan temblorosos ante palabras hirientes. Luego sube a mis ojos titilando y los cubre de una niebla blanquecina; entonces los cierro y aparecen dos; tibias cosquillean mientras bajan rápido por mis mejillas esas malditas lágrimas, más saladas que la sal. La garganta queda amarga; es el gusto de las heridas.
The time is gone, the song is over...
sábado, 1 de noviembre de 2008
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1 comentario:
cheeers my dear pal
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