"Hay una cierta monótona uniformidad en los destinos de los hombres. Nuestras existencias se desarrollan según leyes viejas e inmutables, según una cadencia propia uniforme y vieja. Los sueños no se realizan jamás, y apenas los vemos rotos, comprendemos de pronto que las mayores alegrías de nuestra vida están fuera de la realidad. Apenas los vemos rotos, nos oprime la nostalgia por el tiempo en que bullían dentro de nosotros. Nuestra suerte transcurre en este alternarse de esperanzas y nostalgias".
Natalia Ginzburg
1 comentario:
Y ¿no hace la diferencia el saberlo? Hay gente que sufre por ello antes de tiempo y se deprime y renuncia y otros que solo se dejan llevar por la vida buscando cazar sus sueños. Y aunque al final puede ser que no llegue a donde querían, se sienten felices y plenos al llegar a donde saben que deben estar. No recuerdo quién dijo que la vida es ir de fracaso en fracaso sin perder el entuciasmo. No suena muy alentador en realidad, pero me parece que se puede llegar a ser feliz así. Y si no, siempre puedes hacer la diferencia e inspirar al que venga detrás de ti. Lincoln es un buen ejemplo. Fracasó mil veces antes de llegar a cumplir su meta, hizo grandes cosas, es uno de los grades héroes (sino el más grande) de su país, pero murió asesinado en su inocente noche de esparcimiento cultural. ¿Habrá muerto feliz? Si, nadie puede morir feliz por ser asesinado, pero murió sabiendo lo que había logrado.
Viendo así las cosas puede tomarse aquello como algo esperanzador y de alguna forma- tal vez desesperada- darle sentido a la vida, porque solo somos pequeñas partículas de polvo en el universo que buscan ser felices, ¿no?
Una flor, amiga... esta fue una volada desde el otro costado del poto del mundo.
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